Un grupo de graduados en diseño del Royal College of Arts de Londres ha ideado un método para fabricar etiquetas RFID UHF completamente con papel. Bajo el liderazgo de la nueva empresa Pulpatronics, el equipo ha diseñado una versión de etiquetas RFID sin chip y en papel puro que no contiene componentes metálicos ni de silicio para reducir el desperdicio de productos electrónicos desechables.
Las etiquetas RFID tradicionales vienen con microchips y antenas, generalmente incrustadas en etiquetas adhesivas de papel. Debido a la mezcla de papel, metal y silicio, no son reciclables y, a menudo, terminan en vertederos. Por el contrario, el diseño RFID alternativo de Pulpatronics no requiere ningún otro material además del papel. La empresa sólo utiliza láseres para marcar circuitos en su superficie y ajustar la configuración del láser para que no corte ni queme el papel, sino que cambie su composición química para hacerlo conductor.
En comparación con la RFID estándar, la fabricación de etiquetas Pulpatronics requiere menos pasos. Lo anterior es un diagrama del ciclo de vida de las etiquetas RFID de Pulpatronics en comparación con las etiquetas RFID convencionales, que muestra que Pulpatronics tiene menos pasos y ciclos. El circuito está basado en carbono y las etiquetas se pueden reciclar junto con los residuos domésticos, como un trozo de papel garabateado con un lápiz. Pulpatronics afirma: "Este método simplifica el proceso de fabricación, elimina la demanda de componentes de metal y silicio y reduce significativamente el impacto medioambiental de la producción de etiquetas RFID". Pulpatronics estima que, en comparación con las etiquetas RFID estándar, sus etiquetas reducirán las emisiones de dióxido de carbono en un 70% y, al mismo tiempo, reducirán los costos de producción relacionados de la empresa a la mitad.
Hasta ahora, las etiquetas RFID de papel de Pulpatronics han pasado la primera ronda de pruebas y los resultados muestran que la tecnología iguala el rendimiento de las etiquetas RFID controladas a base de cobre. Actualmente, el producto se encuentra sometido a pruebas de presión, incluida la durabilidad y si su rendimiento se ve afectado por factores ambientales.
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